Tango para la bailarina que no bailaCuando tu danza, entre cielos e infiernos,sobre mi pecho se posay las rosas azules de tu miradabuscan en el amor el amorqué día y qué año están naciendozodíaco en el agua que tiembla en el inviernose está incendiando, reflejalas estrellas mudas, fugacesinalcanzable sonrisa…Y cuando tu paso se acerca, sin protección y mi vasoestá indeciso entre la mesa y las manos…Qué nombre tendré mañana bajo el sombreroqué nostalgia bajo la lenguay cuáles mareas acariciarán tu espaldaen el tango que te acercay te aleja…Quédate conmigo cuando cambie el ritmo, cuando vayapor otros caminos el cielo, y la ciudadcon el cuello alzado quiera finalmentemostrarle a alguien sus ojos.Mi alma encontró un pedazo de espejoen un patioy tú eres el invierno con los ojos de abril.Tango de la distanciaSostenerse a través de la miradaen el aire tenso de este tangono es como enlazar tus caderas en el frenesí lunar de besosque buscaban convertirse en estrellas- sostenerse-sólo a través de las luces nacidasde las manos o de las tinieblascaída entre los dedos en los días que cambianno es como la exactitudde los fuegos a lo largo de las vértebrascuando adivinabas el paso en el paso-y sostenerse a través de los nombres no escomo el florecer de todos los nombresque te daba en los respiros, rosalesque uno en el otroflorecían y morían y florecían…Pero esta músicaque tiene y no tiene patriay cien mil lámparas de puertosnos sostiene en los ojosy el corazón,Arcossabe diseñary tejidos de llamas, recuerdosy promesasen el ritmo que sostiene todas las alegrías y penas.Tango de tu miradaCuando bailas qué veo y no veoa qué te entregas ,qué perfil de colinas de oro ves quemarsemi valiosísima rosa sobre el hombro que te traey te quita el pensamiento de la músicaqué mar ves llegarcuando toma tu circunvolar que no se detiene jamáspara convencer al amor y a Diosde que se queden en este lugar entre los vasosy los espejos que persiguen tu rostroel alma que todavía no conoces…Tango Argentina ArgentoArgentina argento, acá están las lágrimaspor cada amor voladomás allá de las montañas,por cada rostro de una madre reclinadocon la última luna de los hijosargentina argento de las cancionesque en el silencio aclamanlos últimos sueños, y argentobajo la luna de los tilosla nieve de las sonrisas jamás dadasargento el dinero de besos falsosargentina deseada por los poetasy abandonada por los ángeles, alasde plata de borracheras echados en los rinconesy mujeres que se voltean y ya se desvanecenlágrimas sobre las calles vacías, dilatadascorazones de lata resonantesdel cuál beben los animales llorososfelices, con sus lenguas en el aguavuelven dulce el silencio.Tango de la timidezEste es el tango que no tocan jamás,gesto suspendido, la mano en la sombra,el saludo que desconoces,el rostro alejado por los reflejos sobre el vidrio la muchacha luna entre las nubesintimidadael beso que permanece un pensamientoel muchacho florencerrado en las custodias del cuerpo y el vaso suspendido entre labiosy planetasTango del no saber qué hacer,de la vida aún llena de vida tímida rosa de aguaentre los dedosTango que no cantan jamás,para ti que justamente no vasy ves el mundo girar y no quieresque cada cosa termine de repentepara ti que eres todo en la nadade una sonrisaTango de la nocheDe la noche que no pasasobre el músico que ha dejadode tocar y allí está un animal cansado a fumarnoche que no pasa sobre los ojosabiertos de par en par bajo lluvias de felicidadporque la vieronanidar los milagros y el vientoy que no quiere pasar, noche,sobre la flor azul del dolor-noche que no encuentra las palabrasy entonces sin detenersehabla como un borrachoque no sabe donde está su casa …y que sobre los besos detenidos no pasasobre los árboles del dolor ojos como bandadaspreparadas para volarsi su rostro de alba apareceránoche sobre la ciudad en peligrodonde mil manos suplicantesno la dejan pasar…Tango de la mujer del surLa fuerza perfecta de la muertey de la vida entera está en timujer de luz oscuray el secreto de los ojos ciegos del mar,tienes el sol custodiado celosamente en el corazóny el blanco de las nochesen las salas altas del silencio que posees…Profundo, dulcerosal de las horas y de sucaídapermaneces cuerpo velado por los reflejos del aguaOro que grita detrás de cada viajecasa sin las paredes de tu sonrisa,beso círculo de fruta silenciosamirada que sostiene dioses y visionesarranca la soledad de mis manosamor que tienes la curva de los puentes en periferiasin tilos labios se aridecensin la estrella del sur todas las estrellas,todas las estrellas dónde terminan….Tango de las cosas de siempreQuiero bailar las cosas de siempre, esas que tienen en común casi todas las personas,como la sonrisa y los sollozos o el lejano sueño dichoso ….Un viejo llavero o el lápizmordido,el vaso con el nombregrabado,una ciudad a la que alguien haya ido,una cucharilla que refleja la mañanao una canica de vidrio que hace volar ángeles sobre los muros.Y una libretadonde has escrito recuerdos que ya se han ido…Las cosas de siempre como un florero expuesto al sol, la ropa sobre las cuerdas para que se seque, un pedazo de madera para cortar el pan, si es que hay algo para cortar…Y como una naranja o cualquier otra cosa alegrepara pelar, los carteles tristes y útilesde las estaciones, una cartera vieja. Es el tangode las cosas de siempre,donde algo especialestá tan presente, que parece,si tú no bailas, ausente….Es el tango de esta noche,de esta única noche en el mundo-quién sabe si tú reina o muchachita con el rostro entre las manosllegas a escucharlo…Tango de la luna rojaGrande, grandiosa luna que eres un incendioy subes con el viento más allá de la colinadespoja el tiempo que hace llorar a aquella niñitay quémalo, grande,grandiosa lunaque eres una sorpresaen la noche tan clara, ilesa…Roja, gigantesca luna que eres una apariciónentre las ramas y sobre las tierras aradasagarra los días que hacen pensar a aquella niñitay siémbralos, roja, luna gigantescatú que eres una reinaen la noche de tela morisca….Tango de la fatigaYa se va como una niñatodo el cansancio del mundofrente a tu rostro, amorse aleja como termina la espumade la cerveza en un vasooscuro de tantas nochesy la pena de los años y lablasfemia entre dientesla consumación de la luz en el pecho-toda la fatiga se va, se aleja,polvo lunarde las calles desiertas del rostroy los campos y las ciudades la bendicencuando en el alba la ven convertirseen árboles.Tango de MartaEra una esposa que dormíasobre la mesa de la casa de playaera mi joven tíaque tuvo la dulzura de morirpara que nosotros pudiésemos verqué es lo que queda y qué es lo que se vaentre las nubes colmadas del viento del díay cuando la vida sobre las olas sabe bailar-Concede este tango, tía muchacha mi novia, desde el día de una miradade niño. Erasde algo la esposa, y respirando chispeabas como rosa, en lamente silenciosa. Crucé para seguirtetodo el posible dolor de los hombresvi como se quiebra en el aire un padrecomo se cierran las alas frente el rostrode una madre, las hermanas nunca nacidas , y el amorcon sus barcos abandonados en la orilla.Y no nos separamos jamás. Dime que serás una de las primeras en venir a buscarme cuando el respirose lo llevará de golpe el mar.Tango de la luz (o de qué misterio)De dónde viene ésta luzque en relámpagos , células,granos duros, desde cuáles ventanas o agujeroscargados de vientos, o de heridasy más y más-desde cuáles disparos lunareso llantos salvajes de las estrellasque asaltan el treny más y más y dan la soledad de los vidriosincluso dentro de los ojos- De dóndellega, desde cuáles ciudades que pierden el nombre apenas se entra en sus calles…De cuáles campos con arbolesde frutales negros,vienen las llamas quearrancan el alma del negro-de cuáles hornos de pobretierra que recoge en el vientreel pan colocado por manos que tiemblandesde hace siglos sobre la pequeña cabeza de los hijos.“Luz,luz…” murmura la bailarinabuscando con los ojos donde componerel cisne cansado del cuerpoDe cuál purpura heridapor los reflejos de lata de la platay sin inundación blanca de piedra blancay de dónde viene toda la bienaventurada violencia del día, como “perdónde lo que hace morir”Tango de las ciudades italianasTenemos la nostalgia que al cruzarla esquina se convierteen alegríatenemosla luz del sol prodigiosaque en un instante entre los adioses de los techosdesaparecepero regresa espléndida en los ojosde mujeres que se cubrencon nubes y viñedos.Tenemos niños entre los pórticossombras inventadas por pintores,y soledades que lloran desde hace milenios,un hervidero de plegarias locas de coros de pecadores, tenemosuna juventud que no ves de inmediato si no tienes ojo de príncipe y bandido.Somos las ciudades de la patria que no existe,cada una madre, fortaleza e inexpugnable cariciaatravesadas por las palomas, por las visitas lentísimas a las tumbas, por los reflejos de las aguasciudades perdidas en las nieblas y en las lluvias,como en las cascadas del sol, tan locasy sabias.Cada una baila sola, o concede un paso de danzaa un rey de mirada extranjeray después abraza de nuevo sólo la propia luz,lanzando desde torres y ventanasla pena y el amor en una sola vozTango de la prisa¿ Dónde metiste las horas, magoastuto y travieso, dónde escondes el tiempo que creíatener frente a mí y ahora correpor azules colinas detrás de mis hombros, o allá debajoen el valle verdeoscuro, entre los huertosventosos de la vida?¿Qué juego de prestigio llevaste a cabo,qué pudo sucedercon las horas, las estaciones,las eras?Mago, querubín, o plumada avede rapiña, siempre te entreteníasconmigo al cambiar la nochepor el día, al llamar a la oscuridaddentro del mediodía , y al quitar muchas horas del medio...Ahora tengo paciencia o voy de prisa, da lo mismo,yo sé que nadie,te puede engañar, y correr, ves,es como bailarno hay angustia, me gusta el aire en el airerespirarTango del abandonoBailo lentamente con tus sombras,no respiro,vienen desde todos las esquinas de la habitación y desde todas las esquinas del mundo, sólo un paso de bailecon alguna de ellasy lloro y admirotu rostro que velado me lo quitan…Tango de mi alma que ríeaún cuando ya no te vey cede arrodillado al cursolento, tan lentodel baile que dibujo solo…O no es soledad la luz que en silenciodeflagra blanquísima y ciega,no vuelve el alma amarga, la invitaextrema ala de ángeles fugitivosen tu mirada la invita a seguir siendoalma.pacientísima, e incendiada, siempre alma, auroraTango de BorgonovoDices: cada mañana tengo que aterrizar lentamentedel sueño en el que soy otro en las manosque me atan todavía un día más en la cama, cadamañana me tengo que acordar de quién soy…y dónde se ralentizó y luego se detuvo la carrera hasta perder el aliento, después del gol o qué eralo que me llevó hasta acá dónde nadase mueve de mí y la lámina de los díasgrabo con los ojos…Mi mujertiene nombre francés y sabe arañarestá viendo cómo me reduzco pero yo en su miradame vuelvo invencible y cada estadio de fantasmas aún puedo atravesar.Me llamoigual que un capitán medieval,Borgonovo jugador de fútbolpero ahora los campeones ,mis compañeros que en el campo corría y abrazabasiguen siendo muchachos, dulces y elegantes en la puertay no saben qué decir.Qué decir lo aprendí yo, nochetras noche como un niñoasustado entre los lobos, mirandocon ojos desmesuradamente abiertos clavados en el silenciola boca de Diosque sopla y hace resonar los bosques, dibujalas nubes, y en los desiertos hace latir las piedras,destroza planetas en la nada, y alza hinchaspara mí.Pero tengo un sueño, dices. Una mañana levantarmee ir-no muy lejos, alláal cuarto de mis hijas:poderlas yo, sólo una vez, despertar…-Stefano Borgonovo, campión de Fútbol de serie A, perteneciente a la Nacional Italiana, abatido por Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), al final de su carrera.Tango susurradoIY ahora el amor es el deseode decir el mundolos labios acercando tu rostroo sol, lejanasen el aire del: siempre que tú estés,decirtelas cosas como la luna que florece ilesa después de las nubesde los aguaceros, decirtela guija, blanca o los farosde los semáforos alegres de noche a nadiealumbran, decirte allí estáCervia, ¿lo sabes? el dibujo cansadode la mano, el vino, el hocico de la liebre, la oscura intransitablecolina, están los nombres de los amigos, las flores en el centro de la noche, las verjas altas como sueñosinfelices, los bolígrafos reencontradosen las chaquetas, el abrazo entre las montañas.Es: está la pulsera bajo el puñola ofrenda de las cosas, las inútileslas más fútiles en su fiesta, decírtelas como mantra o secreta ceremonia: árboles,cabellos, vidrios abiertos de par en par, una cesta, el silencio de las sillas, claras piedras alineadas, señales hacia el cielo a los aviadoreso a los arcángeles, que abren el día con las alasdecirte allí estála pequeñísima hierba, el juguete rotoen la calle Rizzoli, la soledadde los frescos, la lágrima que se parecea la gloria, yun regalo que te espera, en cadapaso, cada respiro, en cada parpadeode ojos…Tango susurradoIICuando Italia se transforma en tropical, y las piedrasmojadas resplandecen en el sol de los aguaceros,los cabellos de las muchachas parecen dibujadossobre las frentes y los vestidos felices de agua,cuando se rompen las nubes del corazón y la de los cielos cantando,y no funciona el gobierno,los autobuses desaceleran, no funciona másel tiempo, sólo funcionala lluvia y las señales de lo eternoy las golondrinas, las golondrinasesperan en los antiguos muros perforadoscomo los besos en el corazón, cuandolas lluvias iluminan de plata las plazasy tú sales con el paraguas de hoja de periódico –verte es vivir y morir a la vez, estodo lo que tengo que haceren los días de vida o como llamaresta fiesta dolorosa y confidente,verte mientras gesticulas al teléfono frentea una de las bellas fachadasde una ciudad italiana preciosa, raraque corre peligro de desvanecerse -ve cómo el cielo se despejay las golondrinas vuelan exactas-y enloquecidas de luz-sostenmecuando llega la noche de todas las nochesy con los ojos heridos de durainfantil felicidadse busca el día en el día-no tengo miedode tu bellezaque me quemará enteramente,de su gesto dignoque en mí se convierte en aguaceroy árboles, suspensión de cantos, ciudad…Tango de la sonrisaHoja, o dulce luminosaespada ,bosque, o de luz prodigiosaradaclara risa de onda quién sabe desde dónderemonta-cuando sonríes amor en la danza que nos une y separaen este giro tan cuerpo a cuerpo que el almapreparano veo cómo la muerte cierra todas sus milpuertas, no veo en los días el cielo alejarse con los globos aerostáticossino que veo todos los posibles regresos, cuando ríesluz que en un giro de tango te esculpesy la resurrección que iniciaentre mi respiroy el tuyo.